El sentido del oído,
es fundamental para el desarrollo humano y del individuo en sociedad, siendo
uno de los sentidos primordiales de nuestra especie. Esto no significa que sea
vital para nuestra existencia y, por supuesto, muchas personas carecen de este
sentido por una u otra razón. Sin embargo, el conjunto de órganos que
participan en su desarrollo y que nos permiten comunicarnos por medio de
sonidos es sumamente interesante e importante de cualquier modo.
Estructura
El oído conforma
los órganos de equilibrio y audición.
Es un órgano que se
encuentra muy desarrollado, principalmente en mamíferos inferiores terrestres y acuáticos, tal es el caso de los félidos y los grandes cetáceos en donde, gracias a su evolución fisioanatómica,
se han hiperdesarrollado mecanorreceptocitos especializados en destacar el sentido
de equilibrio y audición en perfecta armonía. En el caso del ser humano esta evolución no está tan desarrollada.
El oído se divide en tres partes, oído externo, oído medio y oído interno.
Oído externo
El conducto auditivo externo se extiende desde dicho pabellón hacia
el tímpano. Dicho conducto mide en un promedio de alrededor de 2.5 cm de
largo en el ser humano, y puede
medir hasta 7 cm en otros mamíferos.
Justo en la piel se localizan glándulas
ceruminosas, que son una especie de glándulas sudoríparas apocrinas, siendo las
responsables de la producción de cerumen, que tiene por funciones proteger a la
cavidad ótica de agentes extraños, como el polvo.
Oído medio
Se
aprecian dentro de su edificio anatómico: la cavidad timpánica, la
membrana timpánica, los huesecillos del oído, senos y celdas mastoideos, así
como la trompa de Eustaquio.
La membrana timpánica es
de aspecto transparente y separa a la cavidad timpánica del meato auditivo
externo. Tiene una estructura ovaloide con un diámetro promedio de alrededor de
1 cm.
Los osteocillos óticos son cuatro diminutos huesos
denominados por su arquitectura
anatómica con el nombre del Martelus (martillo), el Anvilus (yunque), el Lenticulens (lenticular), y el Estribalis (estribo). El estribo es el hueso más
pequeño del cuerpo humano. Éstos conforman una cadena que se extiende desde la
membrana timpánica hasta la ventana ovaloide. Los huesecillos están compuestos
por tejido óseo compacto.
La función de los osteocillos óticos y la
membrana timpánica es la transformación de ondas
sonoras que viajan por medio del aire en la cavidad
timpánica a ondas sónicas que viajen por medio del líquido perilinfático del
oído interno. Cuando las ondas sonoras penetran el oído medio, el martillo
golpea al yunque y este golpea al estribo inmediatamente, haciendo comunicación
entre estos 3 huesecillos.
Oído interno
El oído interno, contenido en el hueso temporal, está constituido por
una cápsula ósea llamada cápsula ótica o laberinto óseo Todo el sistema del laberinto membranoso contiene endolinfa y, entre el laberinto óseo y el membranoso se encuentra el líquido
llamado perilinfa.
El
laberinto membranoso anterior forma el conducto coclear que se inicia a nivel
del promontorio saliendo del vestíbulo óseo, luego se dirige al interior
del laberinto óseo dando dos vueltas y media y, por esto se le llama caracol. La cóclea es un conducto pequeño y enrollado, considerado el
verdadero micrófono del oído, ya que recibe el sonido conducido a través de
oído externo y medio, el cual es transformado en energía bioeléctrica para que
viaje por el nervio auditivo hasta el cerebro.
Transmisión del sonido en el oído
El sonido entra al oído por el canal auditivo externo y hace que la membrana del tímpano vibre. Las vibraciones transmiten el sonido en
forma de energía mecánica, mediante la acción de palanca de los huesecillos hacia la ventana oval.
Después, esta energía mecánica es trasmitida por los líquidos del oído interno a la cóclea, donde se convierte en energía eléctrica que viaja por el nervio
vestíbulo-coclear hacia el sistema nervioso central,
donde es analizado e interpretado como sonido en su forma final. Durante este
proceso de transmisión, las ondas sonoras encuentran protuberancias cada vez
más pequeñas, desde el pabellón auricular hasta la pequeña ventana oval, que
resultan en incremento de la amplitud (o volumen) del sonido.
Las ondas sonoras transmitidas
por la membrana del tímpano a los huesecillos del oído medio llegan
al caracol, que es el órgano encargado de
la audición situado en el laberinto u oído interno.
Un huesecillo importante es
el estribo, que balancea y establece las vibraciones (ondas) en los
líquidos contenidos en el laberinto. Estas ondas líquidas, a su vez, causan el
movimiento de la membrana basilar que estimula a las células del órgano de Corti para
moverse en forma de onda. Los movimientos de la membrana estabilizan las
corrientes eléctricas que estimula las diversas áreas de la cóclea. Las células
ciliadas inician un impulso nervioso que se codifica y transfiere a la corteza auditiva del cerebro, donde se descodifica en la forma de
un mensaje sonoro.
Curiosidades del sentido del oído en el ser humano
-Los sonidos por encima de 90
decibelios producen dolor de oído y si se encuentran por encima de los 130 dB
pueden causar sordera.
-El oído humano es capaz de
captar sonidos de entre 10 Hz y 20.000 Hz. Por debajo de este umbral no se
percibe sonido pero si una sensación de empuje y por encima, la vibración entra
en el límite de los ultrasonidos, que no son percibidos por el ser humano pero
si por la mayoría de animales.
-Cuando nos ponemos una concha marina en el oído, el
sonido que escuchamos es el del eco de la sangre que pulsa en nuestro oído.
-Según un estudio
científico se asegura que los seres humanos procesan de distinta manera los
sonidos, por ejemplo el oído izquierdo percibe mejor la música, mientras que el
oído derecho, es mejor para escuchar cuando las personas hablan.
- Se dice
que Beethoven, después de quedarse sordo, oía el piano apoyando en el uno de
los extremos de su bastón, mientras que sujetaba el otro extremo entre los
dientes. De igual manera, los sordos que conservan su oído interno pueden
bailar al compas de la música ya que el sonido llega hasta sus nervios
acústicos a través del suelo y sus propios huesos.